MENTHE
Ninfa del rio Cocito en el inframundo
En la mitología Griega hallamos una protagonista tan
terrenal como cotidiana, verde y fresca, hermosa y embriagadora, diseminada por
nuestros campos y bosques, esta es la menta. Y topamos también con la Granada,
un fruto con poder. Un mito que se pierde en los tiempos y que tengo el placer
de contaros.
Koré una bella joven (hija de Zeus,
padre de los dioses, y de Deméter, diosa de la agricultura) fue pedida en
matrimonio por Hades (hijo de Cronos y Rea) dios del inframundo, a lo cual Zeus
accedió, pero sin el consentimiento de Deméter su esposa.
En vista de su oposición, Hades no
se dio por vencido y mientras Koré recogía flores en el campo, la raptó y se la
llevó al inframundo, lugar siniestro donde fluyen los ríos tenebrosos y Caronte,
el anciano barquero que transportaba las almas. Un lugar sombrío custodiado por
Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de dragón. Los campos se secaron, tal
era la desesperación de Deméter que
busco y busco a su hija, hasta que supo de su rapto.
Koré regreso y tomo el nombre de
Perséfone pero debido a que Hades le hizo tomar, granos de una fruta con poder,
la granada, no podía permanecer en la superficie más de seis meses (de ahí que
durante el otoño y el invierno, todo perece, paras florecer en primavera y
verano, porque Deméter se desesperaba cada vez que su hija debía regresar al
inframundo).
Entre idas y venidas Hades se
encapricho de Menthe, una hermosísima ninfa que habitaba en el rio Cocito en el
inframundo. Subyugado por sus encantos, tuvieron unos escarceos amorosos.
Perséfone los sorprendió y muerta de celos, pisoteo a la hermosa ninfa y de sus
restos broto una planta fresca y de una fragancia sin igual, la menta, que en
cuanto la tocas despliega su aroma y hace la delicia de muchos.