jueves, 19 de febrero de 2015

HISTORIA DE AMOR




HISTORIA DE AMOR



A lo largo de la vida, el amor nos acompaña, indómito, pasional en su albor, nos atrapa en sus redes, nos sentimos simples marionetas a merced de sus antojos. Pero su fuego abrasa nuestro sentido común, su soberbia nos ciega y nos lleva a un mundo de placer y desenfreno, bebemos de su frenética fuente, echizados por su canto de sirena, esclavos de su ardor.

Pero muy a nuestro pesar, todo ese frenesí, tiene fecha de caducidad, nos perdemos en los tórridos desiertos del deseo y aparecen los espejismos de la lujuria y la traición. El desengaño llama a nuestra puerta y se instalan la tristeza, el despecho y la melancolía. Perdemos la fe en el amor y caemos en la desesperación y la desconfianza. Desechamos la idea de encontrar ese Amor Verdadero, tan soñado, lo guardamos en el baúl de las quimeras. Sufrimos una hibernación de nuestros sentimientos, nos cerramos esperando una primavera que no llega.

Pero como las viñas que maduran bajo el sol veraniego, dando su mejor caldo, venido el fuego otoñal con sus brisas y sus torbellinos, invitándonos a placeres embriagadores, llama a la puerta el amor carnal, exento de prejuicios, deshinibido volviendo a encender la llama de la pasión.

 Y sin darse uno cuenta el Amor, el Verdadero, llama a tu puerta desatando el palpitar de ese corazón malherido que se sumía en la jaula del recelo.Vuelve a latir con brío, al son de la ilusión. Y nos damos cuenta que todo tiene su momento y que no hay causas perdidas. Cuando encontramos esa media naranja, la que todos anhelamos, ya todo cobra sentido, saboreamos cada instante, mimando ese Gran Amor.

Hasta que un día, uno de los dos corazones deja de latir y de nuevo la tristeza nos embarga, ésta vez sin despecho, con una losa más pesada, la de la soledad.....

Pero el Amor Verdadero no entiende de vida o muerte, perdura a través del tiempo, la distancia, el olvido, la ausencia. Sigue latiendo en nuestros recuerdos hasta el fin de nuestros días. Es un caballero atemporal de brillante armadura que lucha por su Dulcinea en tierras donde solo los enamorados alcanzan pisar. EL Amor Verdadero mueve montañas, abre mares y océanos, se mofa del tiempo y engaña a la muerte. Te coje de la mano en tu caminar, te acompaña en tu soledad, te arrulla en tu pena y te mece en tus sueños.

El Amor no se busca, se encuentra....
El Amor no perece es eterno....
El Amor es la llama de la vida, la luz en nuestro deambular, la fuente de la perpetuidad.

                                                                                                                                                                                                                                           Mogaly Del Ángel





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