domingo, 6 de abril de 2014

RONDA



Puente nuevo Construido entre 1751 y 1793

La ciudad de Ronda es una de las más antiguas de España. Fue la Arunda celta, la Acinipo romana y la Izn-Rand Onda arábe. Es famosa en el mundo entero por "el Tajo" formado por el cauce del río Guadalevín que la parte en dos, este barranco tiene 120 m de profundidad. Por un lado se encuentra la parte nueva con su plaza de toros "la Real Maestranza" que data de 1785, donde Francisco Romero implantó el toreo con estoque y la suerte de recibir. Por el lado antiguo nos encontramos con un pulular de monumentos que cuentan la historia ancestral de esta bella ciudad.

Os invito a pasear por sus calles y plazas, a asomaros a los balcones que quitan el hipo, a hacer volar vuestra imaginación desde sus puentes y a admirar esas hermosas vistas que os brinda esta ciudad milenaria.






 El puente nuevo de Ronda, nos muestra sus entrañas ¡Su profunda garganta, donde descansa el río Guadalevin!, Tu mirada salta al vacío, no sin vacilar y hace tu cuerpo tremular de la impresión ¡El vértigo invade todo tu ser, la adrenalina aumenta su flujo y te embarga la emoción!







El Templete de Los Dolores o de los ahorcados, es un vestigio de tiempos pasados, se encuentra en la calle de La Naranja y era el lugar donde los condenados hacían sus oraciones antes de ser ejecutados. Fijense en las flechas con las puntas hacia abajo, una diferencia con el escudo Real mostrando la condena de los ajusticiados. Data del siglo XVI.







El Templete esta formado por dos columnas y ambas soportan cuatro figuras antropomorfas, cada una tiene dos ángeles caídos, con rostro demoniacos y dos condenados a la horca, los cuatro llevan alrededor del cuello una soga que los envuelve en una misma suerte ¡Despues de hacer sus últimas plegarias, los condenados subían calle arriba donde eran ajusticiados!




Al volver la esquina, dejando el Templete de los ahorcados el cielo parece ensombrecerse, es algo inquietante ¡ Como si los condenados clamaran su inocencia y los demonios los arrastraran a su condena para la eternidad. ¡Y del cielo caen lágrimas! Mientras las fachadas las reciben inertes pero recordando tiempos pasados.


  MI TIERRA








 



FURIA Y ARTE
 Furia negra toril
que enviste el arte varonil.
Azabache astado
de orgullo engalanado,
por el rojo capote embrujado,
por el que muere engañado,
en un arrebato de pasión,
brindando su exaltación,
a su noble contrincante
que le espera arrogante,
vestido de grana y oro
soñando con un buen toro.
El toro astifino
se abre camino,
levantando por los aires
con natural desaire,
ese rojo torbellino
con pases divino.
Llenos de arte y poderío,
llenos de pasión y de brío,
los dos se funden entre sangre y arena,
y nos brindan una tarde deslumbrante y amena.

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